La obra de Marcelo Suaznabar desde una figuración descargada y repleta de imaginarios surrealistas, simbolistas y sugestivos, se aproxima a una inevitable reflexión sobre la realidad, y es una clara expresión de cómo el Ser construye sus propias visiones de esta misma, así llamada realidad para todos.
Esto que el artista deconstruye a su antojo y con un oficio ampliamente desarrollado, proyecta seres que pese a ser ajenos a lo que se puede encontrar en el entorno inmediato, nos abren la puerta a un imaginario en el que no hay bueno ni malo, feo ni bonito, y todo lo ahí presentado parece hacerse presente, no para desencadenar los monstruos de nuestra psique sino para evidenciar lo que existe en nuestra mente pero que no se puede explicar.